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Es una reserva natural de incalculable valor que se encuentra en la región suroeste de la República Dominicana. Con una extensión total de 791 km cuadrados, incluyendo la Isla Saona y el Cayo Catalinita. Representa un lugar de gran importancia para el país, ya que en él  conviven miles de especies de flora y fauna endémica de esta región. Es la segunda área protegida más grande del país.

Según la clasificación de Holdridge, proyecto para la clasificación de las diferentes áreas terrestres según su comportamiento global bioclimático. En el Parque Nacional del Este se distinguen tres zonas de vida: Bosque Húmedo Subtropical, Bosque Seco Subtropical. Y Bosque de Transición entre los dos anteriores. Hasta el momento en él se han registrado 112 especies de aves, correspondiendo la mitad a las especies existentes en el país. De ese total, 8 especies son endémicas de la isla y 11 especies endémicas del área del Caribe.

Entre las especies vegetales más representativas del área se encuentran. La guáyiga (Zamia debilis), copey (Clussia rosea), almácigo (Bursera simaruba), cambrón (Prosopis juliflora), uva de playa (Coccoloba uvifera), gri-gri (Bucida buceras), caoba (Swietenia mahagoni), el mangle rojo (Rhizophora mangle), y otras.

 Por su parte la fauna de este Parque está representada por mamíferos como son. El  solenodonte (Solenodon paradoxus), la   jutía (Plagiodontia aedium), el manatí (Trichechus manatus) y el delfín (Turisops truncatus). Algunas especies de reptiles han sido reportadas, entre ellos: la tortuga marina y la  iguana rinoceronte (Cyclura cornuta).

 Entre las especies de aves que se encuentran aquí están la paloma coronita (Columba leucocephala), la cotorra (Amazona ventralis). El pelíçano o alcatraz (Pelecanus occidentalis), el bubí (Sula sula), la tijereta (Fregata magnificens), la lechuza (Tyto alba) y la gaviota (Larus argentatus).

 Al hacer un recorrido por su espesa vegetación a orillas del Mar Caribe el visitante. Podrá encontrar numerosas cuevas adornadas con pictografías, restos arqueológicos de la cultura taína. Así como petroglifos, manantiales subterráneos, mangles con una significativa biodiversidad y una gran extensión de costa aun por explorar.

Entre las cuevas más conocidas esta la Cueva del Puente, caracterizada por su gran tamaño amplias “salas” en su interior y un monumental árbol. Ancestral que traspasa su techo como quien procura la luz del sol para sobrevivir. En la Cueva de Chico el visitante puede disfrutar de un refrescante baño. En sus aguas subterráneas, o si lo prefiere, al salir a la superficie, sumergirse en una de las playas. Más espectaculares de todo el país, cualquiera que sea su decisión, será una experiencia insuperable.